Los vinos hechos con altura
Entre Tapias se presentó oficialmente en octubre de 2011 y se convirtió en el segundo establecimiento en altura, junto a Alta Bonanza. Antes, Calingasta sólo tenía como antecedente a una bodega de la familia Montigel, en la década del 50.
Entre Tapias pertenece a una familia tradicional del valle cordillerano, la de Vidal Ossa, y se gestó para lograr vinos de alta gama y posicionar al departamento como una nueva región vitivinícola, contó Patricia Erostarbe, esposa de Vidal Ossa.
El complejo cuenta con equipos de punta, con 6 tanques de acero inoxidable de 2.000 litros, 6 de 1.000 litros, 2 de 500 litros y 4 más de 250 litros. A eso se le suman 4 barricas de roble oscuro de 225 litros, una embotelladora de 4 bocas y un equipo de frío de 30 mil frigorías, entre otras prestaciones.
Como bodega boutique, la comercialización se realiza ahí mismo y por supuesto que también concreta visitas guiadas y degustaciones que son encaradas por sus dueños, justamente en un departamento que hace del turismo uno de sus fuertes.
Su viñedo tiene cuatro hectáreas, con las variedades Malbec, Cabernet Sauvignon (en mayor proporción), Sauvignon Blanc y Pinot Gris. Esta última tiene un gran valor sentimental para la familia, ya que fue ingresada al país en 1952 por el abuelo materno de Vidal Ossa , Guillermo Renato Aubone.
Los vinos de Entre Tapias se llaman Piedras Bayas (en homenaje a un refugio de montaña) y según sus dueños, son productos jóvenes en los que buscan exaltar la fruta fresca. La tipicidad varietal es su principal motivador, con colores intensos otorgados por la altitud, aromas vibrantes e intensos.
Diario de Cuyo
No hay comentarios: