Ice wine, el dulce placer del frío

Cuando el invierno avanza, las vides normalmente comienzan su periodo de letargo con el fin de reservar energía para la siguiente primavera. Sin embargo, en algunas regiones de Canadá, Austria y Alemania esto no sucede; termina el verano, época de vendimia, y los viticultores deciden no cosechar todas las uvas permitiendo que algunas vides conserven sus racimos hasta las primeras nevadas.

Entrado el invierno, los encargados de cosechar deben mantenerse atentos pues en la primera madrugada, en la cual las uvas se encuentren cubiertas de hielo, la temperatura se encuentre entre los -10 y 0ºC y antes de que salga el sol, deben salir al campo para cortar todas las uvas e inmediatamente procesarlas para extraer en una sola gota por uva  toda el azúcar y sabor de la fruta de manera absolutamente concentrada. Para un vino de mesa cada uva proporciona entre 6 y 8 gotas de jugo.

Así es como en el frío nace el ice wine, Eiswein o "vino de hielo", un vino de costo elevado y muy codiciado por los conocedores. Debido a que la extracción del jugo se realizó mientras el fruto estaba congelado, el producto final es milagrosamente un vino rico en azúcar y acidez lo cual lo convierte en una bebida de sensaciones deliciosas. Es ideal para consumirse como postre y la temperatura de servicio recomendada es entre los 4 y 6ºC.

La presentación más común en que se puede adquirir es en botellas de 375 ml, por lo que el servicio debe realizarse en pequeñas dosis e idealmente en copas para este tipo de vino, pero como no son fáciles de conseguir también puede ser en las diseñadas para servir destilados como cognac o tequila. Algunos sommeliers afirman que estos vinos acompañan idealmente algunos postres, aunque nuestra sugerencia es que el ice wine sea el postre.

Terra Perú