Vino de la Tierra ampara 7,5 millones de kilos de uva tinta esta vendimia

La indicación geográfica protegida Vino de la Tierra de Córdoba amparará en la presente vendimia una producción de 7,5 millones de kilos de uva para la elaboración de alrededor de 5,5 millones de litros, según avanzó ayer el director de la cooperativa La Unión e integrante de la asociación, Antonio Martínez. El año pasado, la provincia produjo alrededor de nueve millones de kilos de uva, por lo que la cosecha se ha reducido este año un 16% como consecuencia de las condiciones climatológicas, explicó Martínez.
La sociedad cooperativa La Unión, en Montilla, fue pionera en la producción de tintos y rosados en la provincia de Córdoba hace 15 años y mantiene el liderazgo con la recogida en la actual vendimia de 5,5 millones de kilos, un millón menos que en la anterior campaña. Martínez subrayó la salida cada vez mayor que encuentran los tintos y rosados cordobeses en los mercados de Italia, Francia, Portugal y Alemania, con "más facilidad" para su venta que incluso los caldos amparados bajo la Denominación de Origen (DO) Montilla-Moriles, como el pedro ximénez o el fino.

Según el reglamento, Vino de la Tierra ampara viñedos de toda la provincia con variedades cabernet sauvignon, merlot, tempranillo, syrah, tintilla de Rot y pinot noir. En el mismo, se puntualizan las labores, el tipo de terreno, el tratamiento, las características de la recolección o el rendimiento de los cultivos, que queda limitado a 10.000 kilogramos por hectárea. Otros artículos de la normativa se refieren a la temperatura de fermentación, las características organolépticas de los caldos o el envejecimiento de los mismos, cuyo tiempo mínimo exigido es de seis meses.

Los tintos y rosados que se comercializan bajo la etiqueta Vino de la Tierra de Córdoba se crían en barricas con una capacidad máxima de 250 litros, y han de lanzarse al mercado en botellas de vidrio con un volumen mínimo de 37,5 centilitros y máximo de dos litros. La referencia Vino de la Tierra, además, figura en la etiqueta principal del recipiente, en la que también se indica el código postal junto al nombre de la provincia. En la etiqueta secundaria figura la imagen del contorno del territorio de la provincia de Córdoba, que puede ubicarse en el interior de la silueta peninsular. Sin el amparo de un distintivo de este tipo, los caldos tintos y rosados que se producen en la provincia tendrían escasas opciones de competir en un mercado ya de por sí saturado, dijo Martínez.

Aparte de la reducción de la producción en la presente vendimia, los viticultores se enfrentan en la actual campaña a los bajos precios motivados sobre todo por los "excedentes inmensos" de la vendimia pasada, lamentó el gerente de La Unión. "El precio está regalado, es una vergüenza", se quejó.

La reputación de los vinos con esta indicación geográfica fue reconocida oficialmente mediante la orden de 8 de junio de 2004 de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía. La aparición de semillas de viníferas, cuyo origen data del siglo X antes de Cristo, en el castillo de la localidad de Montilla evidencia el carácter ancestral del cultivo de la vid en la provincia.

La publicación, en 1879, de la obra de Simón de Roxas Clemente Ensayo sobre las variedades de la vid común que vegetan en Andalucía ya constataba la existencia de varios vidueños tintos en los términos municipales de Cabra, Lucena y Puente Genil. Como consecuencia de la evolución en los gustos de los consumidores y para completar la oferta tradicional, la Junta inició en 1995 el Programa de Vinos de Calidad de la Dirección General de la Producción Agraria, centrado en lograr diversificar la producción con tintos jóvenes o con envejecimiento en madera. Los positivos resultados de la investigación y experimentación con estas plantaciones fueron la base de la etiqueta Vino de la Tierra de Córdoba.

El Diario de Córdoba