El arte de saber descifrar el vino
Bodegas Robles ofreció ayer en la Diputación una de estas degustaciones de tres de sus caldos más preciados. La empresa se fundó en 1927 y desde entonces ha obtenido numerosos premios y ha alcanzado un gran prestigio internacional. A partir de 1999, el actual gerente comenzó a trabajar con vinos ecológicos, es decir, aquellos que se fabrican a raíz de uvas libres de residuos químicos. Únicamente se utiliza un poco de sulfito como conservante con el objetivo de que el producto no se descomponga, algo permitido por el sello europeo que distingue los caldos ecológicos. No obstante, según destacó la enóloga que dirigió la degustación, la producción vinícola es simplemente un valor añadido, lo importante para que el resultado sea el esperado es la calidad de la uva y el proceso de elaboración. De hecho, es imposible distinguir un vino ecológico a través del sabor.
El primer producto presentado por la experta fue un vino catalogado por la Asociación de Escritores Españoles como mejor fino del año. Presenta un color pálido con reflejos verdosos, el aroma es fresco y afrutado , algo complicado de conseguir ya que la madera suele contrarrestarlo. Llevado a la boca, hace salivar, lo que demuestra su concentración salina. El segundo, un Pedro Ximénez cien por cien, es un caldo con mucha crianza y debido a su alto grado de oxidación presenta un calor caoba. "Es el vino del engaño", subraya la enóloga que se hizo cargo de la cata -ante una treintena de asistentes deseosos de saber algo más acerca de la cultura del vino- , puesto que presenta un aroma dulce y, sin embargo, al gusto, es totalmente seco, lo que lo hace combinar muy bien con platos como la carne de monte o las alcachofas a la montillana. "Si supiéramos venderlo más, triunfaría en el exterior", destaca.
El último de los caldos, "la máxima expresión de nuestra uva", según la enóloga, recibe un trato diferente, pues en su tratamiento se prensa de forma horizontal, al igual que el aceite. Tiene una gran cantidad de azúcar natural y su olor presenta un matiz caramelizado, con toques anaranjados y melosos. Además de estos productos, la bodega también presentó varias gelatinas desalcoholizadas realizadas con los mismos productos del vino, muy aptas para potenciar el sabor de los caldos e introducir en el mundo vinícola a las personas abstemias.
Además de esta degustación, a lo largo del día de hoy también se desarrollarán tres catas dirigidas por diferentes bodegas, con el objetivo de educar el paladar de los consumidores y seguir potenciando el noble arte de saber interpretar el vino.
El Día de Córdoba
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