El "nuevo" vino argentino busca su lugar en EEUU en la estela del éxito Malbec
Unos 80 sommeliers, blogueros, directores de bebidas de vinotecas, winebars y restaurantes, importadores, distribuidores y vendedores se dieron cita recientemente en Nueva York para la cuarta edición de "Argentina Beyond", un proyecto destinado a presentar esta "nueva ola" entre líderes de opinión del sector.
"El foco no es contradecir el estilo de Malbec argentino que constituyó una marca en el mercado de Estados Unidos, sino exclamar que Argentina es mucho más que eso", contó a la AFP Gabriel Dvoskin, creador de la iniciativa.
Sauvignon Blanc, Pinot Noir, Chardonnay, cortes (blend) de Cabernet Sauvignon, Ancellotta y Caladoc: para los expertos del vino argentino, la variedad y calidad de la producción de la tradicional provincia vitivinícola de Mendoza (oeste) no es una novedad.
"A nosotros no nos llegan estos vinos, por eso esta oportunidad es importante. Estamos abiertos a conocer mejor la nueva ola de vinos argentinos", indicó la máster sommelier Pascaline Lepeltier, del restaurante Rouge Tomato, durante la degustación organizada en un ambiente descontracturado y que contó con 11 vinos.
Desde un "Revolver" Chardonnay del proyecto de garage de Leonardo Erazo con uvas de Gualtallary a los Malbec alta gama de "Alto las Hormigas", pasando por un "Saltimbanco" Pinot Noir o un "Vida y Alma" blend de las hermanas Graciana y Eloisa Monneret, es un abanico de sabores que se abre.
"Argentina Beyond" apunta a la generación de los "Millennials" (entre 21 y 40 años), que representan el 30% del mercado en Estados Unidos, el primer consumidor mundial de vino, con 31 millones de hectolitros estimados para 2014, según cifras de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).
Si se prevé que el consumo en Estados Unidos aumente un 11% de aquí a 2018, los "Millennials" se convertirán en la franja líder, desplazando ampliamente a los "Baby Boomers" (38% del mercado estadounidense actualmente).
- Un salto de calidad -
"Creo que la categoría (Malbec) ha llegado a madurez en el mercado, de cierta forma, y ahora se necesita darle una nueva estructura para que el mercado no se aleje", explica de su lado Antonio Morescalchi, de la bodega Altos las Hormigas, que vende unas 400.000 botellas anuales en Estados Unidos.
"El consumidor de Estados Unidos ama el Malbec argentino, porque es una categoría que no decepciona, pero los líderes de opinión se han aburrido, básicamente porque los que llegan tienen mucha homogeneidad de estilo", agregó a la AFP este viñatero, cuya bodega busca desde 2007 desarrollar vinos con "verdadero carácter" de terruño.
Para Marcelo Torchio, dueño de una vinoteca en Brooklyn, "todavía es incipiente poder saber cómo el mercado estadounidense reacciona" a los nuevos vinos de Argentina, quinto productor mundial con 15,2 millones de hectolitros (detrás de Francia, Italia, España y EEUU).
La nueva ola "tiene un precio de base más alto que el de los Malbec básicos, lo que implicaría apuntar a un segmento más alto, con ventas menos masivas", detalló.
En efecto, la percepción más importante de los vinos argentinos en Nueva York según los encuestados en "Argentina Beyond" es la buena relación calidad-precio y el precio, en torno a los 10-15 dólares.
Como dice Torchio, los vinos de la nueva ola rondan entre 25 y 30 dólares promedio.
En un mercado muy sofisticado y con enorme competencia como el de Nueva York, "hay potencial" para la innovación y los pequeños productores argentinos pero también se requiere más trabajo para "comprender mejor a esta franja de consumo, sus nuevos lideres, sus preferencias, su lenguaje", concluye Dvoskin.
SWI
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