El vino, toda una fuente de salud
Aunque pueda parecer una actividad muy distante al ciudadano de a pie y solo reservada para paladares y carteras exclusivas, la cata de vinos se ha convertido en una tarea cercana a todos los pĆŗblicos.
Charo
Borrego, experta en la cata de vinos, sirve como nexo de uniĆ³n entre lo
que podrĆa parecer una simple copa de vino y la visiĆ³n de unos matices,
aromas y colores que pasan desapercibidos en un primer vistazo.
Comenzando
con la forma correcta de coger una copa, pasando por los mƩtodos de
oxigenaciĆ³n del vino hasta la propia cata en boca, muchos son los
aportes nuevos que para un neĆ³fito en esta materia se dan en una clase
de poco mĆ”s de una hora de duraciĆ³n y que transcurre en un ambiente
agradable y de constante diƔlogo.
Para un buen comienzo de la cata, se debe empezar por el vino mƔs suave y desde este al mƔs duro para que se puedan saborear mejor los matices de cada uno sin que se superpongan. En la cata que realiza Charo Borrego se comienza con un Sauvignon blanco cultivado en la costa gaditana, concretamente en el Novo Sancti-Petri-, recomendado para disfrutarlo junto a toda clase de pescados y mariscos.
La cata tanto de este como de cualquier otro tipo de vino tiene tres fases bien diferenciadas: la visual, la nasal y la fase en boca. La primera de ellas, la visual, debe realizarse siempre bajo una luz blanca que no confiera distintas variedades cromĆ”ticas al vino y sobre un fondo tambiĆ©n blanco. En un vino tinto podremos observar una tonalidad rojo guinda haciendo una inclinaciĆ³n de 45 grados sobre la posiciĆ³n vertical de la copa.
Tras esto, la fase nasal se realiza en un primer momento a copa parada, es decir, sin mover el vino sobre la superficie, en una percepciĆ³n inicial de sus caracterĆsticas olfativas. Tras esto y con un movimiento que haga que el vino se oxigene se obtendrĆ”n los nuevos aromas. En este aspecto podemos diferenciar desde los olores tropicales afrutados de la piƱa o el melĆ³n del vino blanco a aromas a ciruela y pimienta en un vino tinto pasando por la esencia a fresa o sandĆa de un rosado.
La Ćŗltima de las fases, la que aprecia el verdadero sabor del vino en la boca y distingue las mĆ”ximas tonalidades y aromas, comienza con una apreciaciĆ³n dulce, continuando por asomar los matices salados, amargos y por Ćŗltimo los aspectos Ć”cidos, siendo necesario para ello pasar el vino que se cata por todas las zonas de la boca.
En la cata que realiza Charo Borrego se apuesta por los vinos de la tierra, en concreto ademĆ”s del Sauvignon blanco, un rosado y un tinto 'Manuel AragĆ³n', todos ellos de la chiclanera bodega Sanatorio, famosa por sus variedades en moscatel y oloroso.
La variante del rosado es una combinaciĆ³n perfecta para mariscos, pescados y carnes, mientras que el tinto obtenido por la vendimia manual de las variedades por separado de Tempranillo, Syrah, Cabernet Sauvignon y Merlot es ideal para acompaƱar carnes rojas, pastas, quesos y embutidos curados, entre otros.
El vino tinto, el mĆ”s caracterĆstico de esta trilogĆa de nuevos productos, es llevado a barricas de roble francĆ©s y americano durante cuatro meses tras el coupage -mezcla de las distintas variedades de uva- y su posterior fermentaciĆ³n.
Esta bodega realiza una apuesta en la actualidad por esta nueva vertiente de vinos de la zona y lo hace a un precio que no supera los diez euros la caja de dos botellas en cualquiera de sus variantes, en definitiva, un vino econĆ³mico, con cuerpo y de la tierra.
Diario de CƔdiz
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