Con vinos premium, La Rioja impulsa el desarrollo productivo y turístico
El puntapié inicial del proyecto, que también incluye la remodelación de una antigua hostería para el invierno próximo, es la recuperación de una bodega en Aminga, un pueblo de 850 habitantes ubicado a 1.450 metros sobre el nivel del mar, con escasa humedad y gran amplitud térmica, a 4 km. de Anillaco y 85 km. de la capital provincial.
Para hacerlo, creó una Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria (Sapem), donde la provincia controla el 90%, mientras el 10% corresponde a un privado, bajo el nombre Bodega y fincas de Aminga.
El proyecto vitivinícola demanda $ 8,5 millones de inversión, entre la recuperación de la bodega de 70 años, abandonada hace tres décadas, y la construcción de viñedos.
La bodega fue creada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) en 1942, junto a otras dos en otras zonas de La Rioja. Antes de 1980, se cosechaban 4 millones de kilos de uva en Castro Barros, y era usada para elaborar por pequeños productores de la zona. Pero en 1980 Martínez de Hoz la privatizó y luego fue abandonada, relata Raúl Chacón, presidente de Bodega Aminga y socio privado minoritario de la Sapem.
La bodega fue reinaugurada en marzo pasado, con el objetivo de producir vinos de media y alta gama. Para ello, fue remodelada y reequipada, con $ 1,5 millones. Hoy cuenta con 1 millón de litros de capacidad en tanques de acero y piletas. También se avanzó en la plantación de viñedos, ya que los que había en la zona fueron arrancados a partir de los 80 y reemplazados por olivos y nogales.
Hoy, cuenta con 40 hectáreas de viñedos nuevos, la mayoría malbec y bonarda, además de petit verdot, que aún no entraron en producción. Ahora, construimos otras 40 ha. de torrontés riojano y para pasas de uva, agrega Chacón, quien fue en los 80 ministro de Hacienda riojano, bajo la gestión de Carlos Menem; estuvo al frente del Banco Hipotecario Nacional a inicios de los 90 y, en la gobernación de Ángel Mazza, a cargo de la cartera riojana de Salud. Para construir, tecnificar y plantar ambas fincas, se destinaron otros $ 7 millones.
La bodega ya tuvo su primera elaboración a modo de prueba, con 25.000 kilos de uvas riojanas de terceros. Para este año, prevén elaborar 60.000 kilos de uva. Apuntamos a producir vino de alta gama en pequeña cantidad. En la zona se producen uvas de gran calidad y apuntamos a un vino cuidado, de bodega boutique. La idea es llegar a plena producción en 8 años, sin superar el máximo de 1 millón de litros. Queremos ser reconocidos en 5 años por la calidad de los vinos, asegura Chacón. En marzo saldrá a la venta en La Rioja el primer ejemplar, a $ 45 la botella.
El vino y la producción de la zona deben ser de alta calidad, para atraer a más inversores. Estamos sólo a 40 minutos de la capital provincial y tenemos la famosa pista de Anillaco para exportar, agregó Chacón.
Cronista
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