Vendimias frías
El enólogo Rubén Jiménez aclara que estas añadas
suelen dar vinos indicados para la crianza, pero que también, como este
año, hay botrytis y maduraciones deficientes. Analiza lo que aportan a
la calidad las cosechas tardías y también el riesgo sanitario y
madurativo que conllevan.
Estos días se están recogiendo las últimas uvas de una campaña marcada
por el retraso en el viñedo riojano, y en general en todo el campo
español, estimado según zonas de entre 10 y 20 días, recuperando así las
fechas normales de vendimia de no hace tantos años.
Al realizarse la vendimia en fechas tan tardías, en la
mayoría de los casos se ha llevado a cabo con unas temperaturas medias
inferiores a las de las últimas campañas, lo que imprime un fuerte
carácter a las uvas y los vinos, haciéndolos normalmente de gran
calidad, siempre que se cumplan fundamentalmente dos premisas: que se dé
la maduración completa de las uvas y que se mantenga un estado
sanitario correcto tanto de hojas como de uvas, prestando especial
atención a las posibles podredumbres.
Esto no quiere decir que todas las vendimias realizadas con
tiempo frío sean de elevada calidad, pues hay multitud de factores de
los que depende la calidad final de uvas y vinos, principalmente,
producción de uva equilibrada con la superficie foliar expuesta, vigor
moderado, tamaño del grano no excesivamente grande, cierto estrés
hídrico en maduración, buen microclima a nivel de racimos.
Por supuesto, lo dicho no significa que la cosecha de este
año vaya ser de gran calidad, puesto que en algunos viñedos ha sido
imposible cumplir los requisitos anteriores, obteniéndose uvas con una
maduración deficiente y con algún ataque de botrytis cinérea.
Los atributos que se ven positivamente modificados por
efecto de las bajas temperaturas son mayor contenido en antocianos y por
tanto mayor intensidad de color, aumento y modificación de los aromas
siendo más frescos, mayor acidez, menor pH y menor grado alcohólico,
factores que en su mayoría contribuyen a que sean vinos especialmente
indicados para la crianza en madera.
Tintos y blancos
El impacto de la temperatura media es importante tanto en
variedades tintas como en blancas, si bien dada la sensibilidad que los
aromas muestran a los efectos de la temperatura y lo importantes que son
para los vinos blancos, es en estas uvas donde más se aprecian los
cambios.
Dentro de las variedades, son las de ciclo más corto las
que más beneficiadas resultan de un pequeño retraso en las fechas de
vendimia como consecuencia de la climatología, y son las de ciclo más
largo las más perjudicadas, en ambos casos viéndose agravado el problema
o el beneficio en aquellas variedades cultivadas fuera de su zona
óptima.
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