Investigan las peculiaridades de los vinos dulces tostados de Valdeorras
Ambos estudios buscaron definir el perfil aromático y fenólico de este vino, y la optimización del aroma y el color durante la pasificación de la uva o durante la maduración en barrica. El objetivo era dar al sector el conocimiento científico para que los bodegueros puedan llevar a cabo la producción de este vino con calidad. Para ello se analizaron un vino naturalmente dulce de Valdeorras, elaborado con la técnica de la pasificación, y uno licoroso envejecido durante dos años en barrica, por ser este una alternativa más económica y menos laboriosa.
La tesis de María Figueiredo comprobó cómo los mecanismos implicados en la pasificación de la uva condicionan el color y la composición fenólica de los vinos. Determinó que el vino naturalmente dulce muestra una estrecha relación con el color de la uva de partida, y que la concentración de fenólicos está determinada por la pasificación; y cómo la etapa da apagado condiciona los vinos licorosos. Esto, ayuda, dice Figueiredo «a predicir o comportamento e minimizar os cambios non desexables, establecendo os períodos e condicións óptimos».
Mariana González estudió la influencia del proceso de elaboración en el perfil aromático. Determinó que en los naturalmente dulces se aprecian aromas especiado, tostado y fruta disecada, con matices concretos de vainilla, chocolate, gallega, caramelo, ciruela pasa y uva pasa; mientras que en los licorosos aparecen aromas de frutos negros, especiado y tostado, y vainilla, arándano, mora y madera fresca. Los Valdeorras muestran «unha identidade propia», dice, que los diferencia de los demás .
La Voz de Galicia
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