Por los caminos del vino mendocino
La elección del terruño ideal para cada cepa es una de las preocupaciones constantes de las bodegas, y Mendoza es uno de los lugares más benéficos. El clima seco, las aguas de deshielo y la altura de los suelos son elementos de suma importancia para cultivos que logran características de excelencia.
El gran crecimiento del sector generó también que importantes fincas rurales decidieran ampliar sus instalaciones para ofrecer al turista un mejor y más completo servicio. Algunas disponen de hoteles exclusivos en las mismas viñas, como nueva alternativa ofrecen la vinoterapia, y a los recorridos básicos se suman museos, cavas con exposiciones de arte, almuerzos al aire libre junto a expertos enólogos, cabalgatas, circuitos de mountain bike y especiales cenas entre barricas de roble.
Los inicios
La historia de este milenario cultivo en el país se remonta a la época de la colonización. Durante más de 500 años las producciones tomaron colores y taninos que son resultado de cepas premiadas a nivel internacional como el Malbec, una uva de origen francés, que por la bonanza de las tierras mendocinas supo regenerarse con un talante único en el mundo.
Existen dos versiones acerca cómo llegaron las primeras uvas al territorio provincial. Uno de los testimonios indica que Pedro del Castillo, primer fundador de Mendoza, las trajo desde Chile; y otro asevera que fue Juan Jofré, autor de la segunda fundación, junto al padre Cidrón, quienes hicieron las primeras plantaciones entre 1569 y 1575.
Las regiones más preciadas
Con la elaboración de casi 10 millones de hectolitros de vino al año, la provincia se convirtió en el centro vitivinícola más importante de Sudamérica. Hay empresas que trabajan con la más alta tecnología, y pequeños viñedos atendidos por sus dueños, dedicados a la fabricación artesanal.
Cada zona tiene sus características. Los departamentos de Luján de Cuyo, Godoy Cruz y Maipú -cercanos a la ciudad Capital-, poseen la mayor cantidad de bodegas abiertas al público. La Zona Alta del río Mendoza es la preferida del Malbec, con alturas que van hasta 1100 metros. El Norte es apto para los blancos frutados y tintos jóvenes. La parte más alta y fría es el Valle de Uco, donde los vinos logran gran acidez. En San Rafael, se erigen cavas de gran trayectoria con espumantes de reconocida calidad.
Las más tradicionales
La Bodega López es una de las clásicas, situada en General Gutiérrez, departamento de Maipú, y preparada para brindar la mejor atención al viajero. La opción básica de visita es gratuita e incluye una recepción con un video institucional que cuenta parte de la historia de esta empresa con más de 100 años en manos de la misma familia, y un paseo por sus instalaciones para ver las áreas de lagares y molienda, los enormes tanques de acero inoxidable para fermentación, las prensas y salas de añejamiento, para finalizar con una pequeña degustación. La visita se puede hacer de lunes a viernes de 9 a 17, y los sábados y feriados de 9.30 a 12.30. También hay servicios especiales para probar la misma etiqueta con distintos años de guarda y otras que incluyen una tabla de quesos y fiambres de la región.
La Bodega Norton, situada en el km 23,5 de la RP 15, sobre el departamento de Luján de Cuyo, posee casi 700 hectáreas de superficie cultivada y cuenta con maquinarias europeas de última generación. La visita ofrece programas que incluyen clases de folclore y actividades de acuerdo a la época del año.
Entre las primeras bodegas modelo, aparece Trapiche, fundada en 1912 en la localidad de Coquimbito, departamento de Maipú. Inspirada en el antiguo Renacimiento italiano con una monumental fachada, se destacaba entonces por su gran capacidad de elaboración y su alta tecnología.
Actualmente, sorprende por trabajar con una de las prácticas de agricultura más ecológicas como es la biodinámica, que sólo emplea como abono los desechos vegetales y animales de la propia granja. En un edificio totalmente reciclado abre sus puertas de lunes a viernes de 9 a 17, y los sábados, domingos y feriados de 10 a 15. Además, ofrece salones para eventos corporativos y dicta cursos de vitivinicultura.
Para quedarse un tiempo
La Bodega Salentein, ubicada en una pintoresca zona del Valle de Uco, brinda a sus visitantes la posibilidad de hacer el tradicional recorrido, y sumar como condimento un paseo por el complejo gastronómico y cultural Killka, o una estadía en la exclusiva Posada Salentein con 16 habitaciones, donde se ofrece servicio personalizado. Para degustar, se suman platos elaborados en horno de barro, a la parrilla o al asador, a base de carnes, con variedad de vegetales frescos y frutas de estación. Entre los programas hay un tour de arquitectura y otro de arte, cabalgatas por la finca y la posibilidad de cocinar junto al chef.
Entre las más lujosas está Algodón Wine Estates, donde además de la producción de excelentes vinos, hay una cancha de golf, un restaurante gourmet y un elegante lodge de estilo rural, con estufas a leña, biblioteca y pileta con solarium. Situada en San Rafael, posee viñedos orgánicos hidratados con agua de deshielo. Hay visitas de cortesía de martes a domingos entre las 10 y las 16, y otras propuestas como la elaboración de un blend. Terrazas de los Andes, es una de las pioneras en cultivos de altura y posee entre sus encantos plantaciones de Malbec extremadamente antiguas. Para conocer métodos artesanales, está la bodega Matices, en Colonia las Rosas, que trabaja grandes vinos complejos con marcada personalidad.
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