En dos años aumentó 96% el costo para mantener un viñedo
El cálculo surge de un modelo de costos elaborado por el ing. agr. Christian Tsallis, gerente general de Administración y Cultivo de Viñedos Premium y socio fundador de Viñedos del Sur, en 100 hectáreas de viñedos ubicados en primera zona, que tienen 5.500 plantas por hectárea, con riego por goteo, con uvas destinadas a la elaboración de vinos premium y súper premium y con una producción aproximada de 140 quintales de uva por hectárea.
Todos los valores no incluyen IVA y se refieren a viñedos donde los propietarios participan en la gestión del negocio, ya que si la misma fuera tercerizada el costo se incrementaría aún más. En el estudio tampoco se consideran pérdidas por accidentes climáticos.
Para calcular el aumento de costos de mantener un viñedo, el estudio desglosa los diversos ítems que se tienen en cuenta. En este sentido, la mano de obra -sin contar cosecha y considerada toda en blanco, con aporte jubilatorio, obra social y salario de jornal por convenio, con transporte incluido en minibuses autorizado, etc.- representa el 34% y de una temporada a otra se incrementó 28%.
El costo de este ítem en esta temporada fue de $ 16.200 por hectárea. Mientras que en el caso de la cosecha manual y acarreo la suba fue más importante, ubicándose en 37%, representado $ 11.540. Por otro lado, los trabajos con maquinaria sufrieron un incremento de 26% y tuvieron un costo por hectárea de $ 13.402.
Por rubro en el último año, Encargado, Energía, Comercialización, Agronomía , Contabilidad, Movilidad y Varios -que tienen un costo de $ 14.098 por ha- se acrecentó 29,16%. Mientras que los Agroquímicos y Fertilizantes, que tienen un costo de $ 6.088, se incrementaron sólo un 4%. El bajo porcentaje, aclara Tsallis se debe a que este año el dólar no se ha movido como sí ocurrió el año pasado, y este tipo de insumos están pegados a esa moneda.
Precios de las uvas retrasados
Frente a los datos presentados, Tsallis resaltó a Los Andes que la baja rentabilidad que tiene la industria está siendo cada vez más prominente como consecuencia de los aumentos de costos -inflación- y precios de la uva que no han variado en los últimos años.
Asimismo, puntualizó que con los datos de costos de producción “podemos estimar el costo por kilo de uva para el año 2016, en el que claramente queda expuesto que los costos superan los precios promedio que están pagando las bodegas. Por lo que no solo no hay rentabilidad, sino que estamos trabajando a pérdida”.
El ingeniero agrónomo sentenció que en base al costo de producción por kilo, las principales variedades deberían valer lo siguiente: el malbec $ 5,60 (110 qq/ha), o sea $ 560 el quintal; el cabernet sauvignon $ 6,13 (100 qq/ha) -$ 630 el quintal-, mientras el chardonnay $ 4,40 (140 qq/ha) -$ 440-. Los valores no incluyen IVA ni costos financieros.
Analizando los datos del Observatorio Vitivinícola Argentino, queda en evidencia el retraso y la baja competitividad que vienen experimentando los productores en los últimos años, ya que los valores están lejos de ser rentables, diferenciándose casi un 25%. Además, el incremento de las uvas de temporada a temporada no ha superado el 10%, lejos del porcentaje de aumento de los costos analizados anteriormente.
De este modo, en base al Observatorio Vitivinícola Argentino, en promedio un malbec de Tupungato en 2015 se está pagando a $ 450 el quintal, mientras que el año pasado se pagó a $ 453,33 el quintal, $ 3 menos -igual cabe mencionar acá que recién se están negociando las primeras uvas, por lo que se puede esperar que el precio del malbec 2015 aumente- y $ 24 más que en 2013, cuando se ubicó en $ 429,76.
De este modo es que queda al descubierto lo poco que aumentó el precio frente a los costos. El valor del malbec subió sólo 5% en relación a la temporada 2013, mientras que los costos crecieron 96%.
En tanto, un quintal de malbec de San Carlos obtuvo en 2013 un precio de $ 466, aumentando $ 28 comparado con la vendimia 2014.
Mientras que los malbec de Luján tuvieron similares porcentajes de aumento: entre una cosecha y otra de 8%. Si tomamos el caso del varietal emblema en blancas, chardonnay, los precios promedio del quintal entre 2013 y 2014 tuvieron un incremento mayor, cercanos a 24%.
Mientras que el recorrido del cabernet sauvignon fue parecido al del malbec, con aumentos de 10%. Igualmente, todos ellos lejanos a los costos presentados por el ingeniero Tsallis.
Optimizar la producción en época de crisis
El ingeniero agrónomo Christian Tsallis considera que ante el constante crecimiento de costos y aumentos de precios de la uva que no se han dado, es importante gestionar los viñedos de manera eficiente.
Según el ingeniero, uno de los ítems más importantes -en base a los costos analizados- es el de la mano de obra, que representa el 34% de los gastos en un viñedo. En este sentido, señaló que “la mecanización es uno de los cambios más sustanciales e importantes que deben entender los productores, no sólo en cosecha, sino también en otras labores que realizan. Cada día es más difícil conseguir jornales; el trabajo es más lento y costoso”.
El 28% de los costos en los viñedos corresponde a trabajos mecanizados. Para optimizar, indica Tsallis, es importante eficientizar la labor que puede realizar la maquinaria multifunción, la cual logra hacer dos o tres trabajos en una sola pasada. “Si se aplican todas estas gestiones se puede ahorrar hasta un 20%”, remarcó Christian Tsallis. En el caso de los agroquímicos, el especialista en costos explicó que la organización y la gestión de compra son primordiales
. “La industria debe aprender de otros sectores que trabajan en conjunto y no de manera individual. Todos los productores y bodegas utilizamos los mismos insumos”, demostró. Es así que “es importante planificar y realizar compras en grupo, ya que al por mayor es más fácil negociar y conseguir mejores precios”. La optimización puede “hacernos ahorrar también un 20%”.
Por otro lado, el ingeniero agrónomo enumeró algunos puntos en los que los productores pueden minimizar riesgos, y de este modo reducir costos. Uno de ellos es el hecho de que todas las parcelas tengan tela antigranizo, ya que es un negocio que no aguanta pérdidas por inclemencia climática.
Por otro, es importante que el viñedo sea homogéneo, que todas las plantas tengan la misma expresión vegetativa, que además de ser un valor de indicador de buena calidad es una forma de trabajar en el viñedo de forma eficiente. Finalmente, “el riego por goteo -en este caso el ahorro en comparación con el riego por superficie puede ser cercano al 70%-”, detalló Tsallis. Por último, un punto que buscó observar el especialista es la importancia de que los productores sepan qué es lo que el mercado demanda, quiénes y cuáles son los compradores y qué tipo de calidad buscan.
Los Andes
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