El principio del vino

El principio del vino está en el cielo, en las lluvias y soles que deparen los meses y las temporadas, en los momentos e intensidad con que el calor y el agua se asienten sobre los viñedos; 2009 fue un buen año climatológico en la Ribera del Duero y ese, sin duda, fue un buen principio para esta denominación de origen.

Con tan buen principio, sólo se podían esperar buenos frutos y mejor vino, para muestra, Protos crianza 2009: fruto de la añada buena y doblemente premiado en Berlín, medalla de oro en el Berliner Wein Trhopy, y en Estados Unidos, medalla de platino en el Best Spanish Wines, es, sin duda, una opción buena, asequible y ya a la venta.

Color rojo picota con ribete granate y destellos morados, aromas a fruta negra madura, uva tinta, y los cedidos por la madera, especias, regaliz tostados… aromas todos que se adueñan de la boca al catar, degustar, saborear…

Y si la buena añada y los premios no fueran garantía suficiente, sirva como tal la bodega que firma este crianza: camino de los 100 años mimando la uva, pegados siempre a la actualidad y haciendo presentes ya sus vinos en más de 80 países, Protos es una bodega de referencia y una gran opción de enoturismo en la Ribera del Duero, más desde el diseño de sus nuevas instalaciones por parte del prestigioso arquitecto Sir Richard Rogers.

Protos, primero en griego, sella su lema y declaración de intenciones en su logo y en su nombre. Y decantarse, al elegir un vino, por una bodega que firma los suyos ‘ser primero’ nos parece, como poco, un buen principio.

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