Cómo saber si un vino es bueno, sin ser un experto
Muchos no entienden de uvas, cosecha, aromas, maridaje, color, barricadas y vendimias. Pero a todos ellos les agrada tomar un buen vino, para acompañar una comida o simplemente celebrar con la familia o los amigos. ¿Se puede, entonces, elegir el mejor sin ser un experto catador?
"Existe un parámetro muy sencillo, y es que te guste. De todas formas, hay algo que está claro: cuando uno coloca sobre la mesa dos vinos, uno de baja calidad y otro de alta, el primero que se termina es el último. Por eso me cuesta creerle a la gente que me dice que de vinos no entiende nada. Lo bueno y rico, se disfruta", explicó la experta.
Catar un vino tiene sus secretos y, a decir verdad, no es precisamente soplar y hacer botella. Sin embargo, algunas sencillas claves pueden ayudar a descubrir si se está frente a una buena bebida. Sobre cómo se cata un vino, la directora de la vinoteca Vinology y embajadora de la Bodega Budeguer reconoció que es una técnica que, al igual que cualquier ejercicio, debe practicarse.
"Hay que practicar hasta que en un momento no nos demos cuenta del esfuerzo que realizamos. Los pasos son cinco: Vista, Olfato, Gusto, Conclusión, Maridaje. Los enumero a modo de adelanto, así me van a visitar a la charla que voy a dar en Premium Wines Experience", contó enigmática María.
Sobre qué vino elegir, tinto o blanco, la sommelier reconoció que no existen leyes al respecto, aunque aclaró que le gustan ambos. "Sobre gustos, no hay nada escrito. Esa es una de mis frases de cabecera. Lo que sí es una norma es que, cuando está bien combinado, el vino se disfruta más. Por ejemplo, una ensalada de rúcula, nueces, queso de cabra y vinagreta de miel con un Sauvignon Blanc es una delicia. Pero si la acompañamos con un Cabernet Sauvignon muy intenso, del plato nos olvidamos. Va a prevalecer el tinto sobre el plato", detalló.
Los secretos de un buen vino
Al degustar un vino, hay que pensar en su unidad y en su maridaje (unión del vino con diferentes platos).
Cuando un vino es joven, su color debe ser intenso.
A medida que pasan los años, el color del vino se va poniendo más suave.
La coloración de los vinos blancos es sutíl, y a medida que evolucionan se vuelven más intensos.
Previo a beber un vino, colocarlo 45 minutos antes en la heladera.
La soda y la gaseosa no van con el vino.
Si te gusta el vino que estás tomando, ese es un buen vino.
Confiar en el propio paladar, porque no hay nada escrito sobre gustos.
El vino acompaña a la comida, y no al revés.
La temperatura ideal
Espumantes: 6/9 ºC
Blancos: 9 ºC
Blancos con paso por barricas: 9/12 ºC
Tintos: 15 ºC
Tintos con paso por barricas: 15/18 ºC
Agendá
Premium Wines Experience
» 6 y 7 de noviembre, desde las 18.
» En el Holiday Inn, Fray Luis Beltrán y Cardeñosa.
» Taller Sommellerie: Una Profesión Polivalente, a cargo de María Mendizábal.
» Cupos limitados.
» Entradas anticipadas en Autoentrada.com.
» Más info: rrii@jointgroup.com.ar. Tel: 4824831.
Perfil
María Mendizábal es la ganadora del Concurso Mejor Sommelier de la Argentina 2006, organizado por la Asociación Argentina de Sommeliers. Representó a Argentina en el Concours pour le Meilleur Sommelier du Monde 2007, en Rodhes, Grecia.
Fue reconocida como una de las Mujeres Clarín del Año 2006, otorgado a las mujeres que se destacan en su profesión.
Se graduó en la Escuela Superior de Hotelería como Chef y fue becada en el Birmingham College of Food, Tourism and Creative Studies, Inglaterra y en el Hotel Ritz de Madrid, España. También tiene el título de Sommelier Internacional, graduada en la Escuela Argentina de Sommelier.
Su condición de Chef y Sommelier la convierten en una de las pocas expertas en el arte del Maridaje (combinación de vinos y platos).
Actualmente es Brand Ambassador (embajadora de marca) de Bodega Budeguer. En Buenos Aires, trabaja en Vinology, una vinoteca con mucho arraigo en la docencia, la capacitación y prensa de vinos. Además, con su propia empresa María Mendizábal, se dedica a la docencia.
Su trabajo-hobby para Liz Caskey es llevar a turistas a visitar los reductos gastronómicos más afamados de los porteños.
Día a Día
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