Vinoterapia elixir ahora de la belleza

Bebida milenaria elegida para el deleite de los encuentros o celebraciones, hoy suma virtudes en las terapias recuperadoras que mejoran la salud y nuestro aspecto físico. Realzado en tal sentido por los franceses, el vino se incorpora a los spa y centros de estética. Por qué los fanáticos del cuidado de la piel ahora lo consideran como el mejor aliado terapéutico.

 El vino acompaña a la humanidad desde tiempos remotos. Como poción mágica, como ofrenda o como compañero de comidas y celebraciones, el vino siempre está presente; ahora también nos embellece.

Resulta que ahora el vino no solo suelta las palabras sino que también embellece a quienes saben degustarlo o aprovechar sus increíbles propiedades.

Dicen los especialistas y los nuevos descubrimientos que ciertos componentes de la uva, por ejemplo, le hacen bien a nuestra piel.

Sin dudas, sabemos que si hay una bebida milenaria esa no es otra que el vino.

Lo nuevo en estos años es su uso para otras aplicaciones que tienen que ver con el placer, ya no de beberlo, sino de disfrutarlo de otra forma. De hecho, la consulta por la aplicación de esta terapia en centros de estética, crece de manera progresiva. Incluso algunos spa promueven su espacio con el particular elixir como poción curativa.

Un cosmético con historia

En la historia de la humanidad, es sabido que el vino se ha utilizado para curaciones o como vehículo para otros remedios, aunque también, sin los avances tecnológicos de los que hoy disponemos que confirman cierta eficacia, del mismo modo se lo utilizaba como cosmético, allá lejos y hace tiempo. A este uso del vino se lo llama vinoterapia.

La vinoterapia utiliza distintos tipos de uvas, jugos, mostos, aceites y demás derivados de las uvas en la producción de vinos, para tratamientos alternativos y de belleza. Entonces, gracias a la unión de los beneficios del vino descubiertos hace poco tiempo y las llamadas terapias alternativas, surge esta nueva aplicación.

Cuentan que esta nueva utilización a conciencia de los derivados de la uva comenzó en Burdeos, Francia, en una reconocida bodega que inició el estudio de las propiedades cosméticas del vino. Primero fueron las sustancias que componen las pepitas de las uvas y sus propiedades, y desde allí a los beneficios generales del vino: protector de la piel contra los radicales libres, retrasar envejecimiento de la piel, mejorar su elasticidad, aumentar la vitalidad celular, proteger la piel, mejorar las manchas en la piel causadas por el sol.

El uso de los derivados de la producción del vino tinto en cosmética se ha puesto de moda gracias al descubrimiento de los beneficios de los polifenoles.

Los polifenoles son sustancias que tienen un alto grado antioxidante, aseguran que más aún que la vitamina E, y que está presente en el vino tinto. Afirman que esta sustancia es beneficiosa para retardar la acción de envejecimiento ya que actúa sobre los radicales libres, gracias a los antioxidantes.

Para los tratamientos con vino se utiliza cualquier cepa de vino tinto, lo fundamental no es el varietal sino la fermentación y maceración.

Tinto o blanco
No se sabe con exactitud aún, las propiedades totales del vino, tanto sea del tinto como del blanco.

Las primeras investigaciones que se han realizado recayeron en el vino tinto y es por eso que se lo utiliza. Esto no quiere decir que al continuar las investigaciones, se encuentren también grandes beneficios en el vino blanco.

Los beneficios de la vinoterapia son variados: aseguran que acelera el proceso natural a través de la eliminación de las células muertas de la capa más superficial de la piel; gracias al contenido de vitaminas A, B1, B2, C y E brindan elasticidad, humedad y firmeza a la piel, aportándole un aspecto renovado; evita la flacidez; estimula y favorece la circulación de la sangre favoreciendo el retorno venoso; ayuda a combatir la formación de arrugas; colabora en la batalla contra la celulitis.

Los tratamientos que se aplican en vinoterapia son variados, pero en general realiza una exfoliación completa para preparar la piel, eliminando células muertas y dilatando los poros para que cuando se realice el masaje, penetren mejor las propiedades del vino.

En nuestro país, como en los mejores lugares del mundo, cada vez son más los espacios que brindan este servicio.

Beneficios que van de la protección del organismo a la tonificación

Los polifenoles son sustancias que se encuentran en ciertas verduras, frutas y en el vino tinto. Intervienen de forma rápida en el organismo como antioxidante y como protectores de las células, mitigando los efectos de los radicales libres que provocan el envejecimiento.

Actúan también como defensa del organismo ya que protegen a las células del cuerpo humano. Los que se encuentran en el vino tinto aseguran que también ayuda a combatir el colesterol.

Pero el consumo de vino tinto debe ser moderado porque de no ser así puede causar otro tipo de trastornos.

En cuanto al vino tinto, es un tipo de bebida que contiene varios tipos de polifenoles, uno de ellos es el resveratrol. Este compuesto está considerado como una de las sustancias responsables de los beneficios del vino.

Entre ellos se puede mencionar, además de los que ya fueron nombrados, protección del sistema cardiovascular, colaborar en la mantención saludable de la coordinación sensomotora.

Un tratamiento casero con vino para eliminar toxinas de la piel y humectarla consiste en añadir al agua del baño de inmersión, cuatro tazas de vino tinto, económico, no hace falta que sea una vino caro, y una taza de miel. Propiciar un ambiente cálido y relajante.

Por otro lado, los radicales libres son los responsables de la oxidación de las células de la piel. Gracias a este proceso aparecen arrugas, manchas y la piel pierde tonicidad.

Quienes propician la vinoterapia aseguran que sus efectos hacen que la piel se vea recuperada, tonificada e hidratada.

Esas propiedades convierten al vino en un gran aliado en la lucha contra las arrugas, algo muy buscado en la actualidad.

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