Ads Top

¿Podrá China convertirse en un súper productor de vinos algún día?

China tiene sed de vino. Actualmente es el octavo productor de vinos y se espera que sea el sexto para 2016. China importó 266 millones de litros de vino embotellado en 2012, 10% más que en 2011; la mitad de ellos provenía de Francia y el 17% de España e Italia.

Cuando la Unión Europea aumentó los aranceles para los paneles solares chinos a principios de este año, China dijo que investigaría las quejas por parte de productores de vino chino acerca del “dumping” de vino europeo en el mercado chino. Para muchos, fue una novedad enterarse de que China producía vinos. Pero lo hace y de una calidad bastante variada.  
¿Podrá China convertirse en un súper productor de vinos algún día?

“Como jarabe contra la tos”. “¡Asqueroso!”, “Recubre los dientes”
Hace quince años, un grupo de expatriados de Beijing probó una selección de vinos chinos, californianos y franceses. “Las cosas chinas no pueden ser tan malas,¿o sí?” se preguntaban entre ellos. 

La respuesta fue un rotundo “Sí”.Los vinos chinos ocuparon el último lugar por unanimidad de votos del panel. El vino chino era por mucho el más barato,lo cual se notaba. 

Cómo han cambiado las cosas. A pesar de que el mercado chino aún está inundado de vinos que podrían rivalizar con el jarabe contra la tos de 1998, un creciente número de vinos chinos se está ganando las ovaciones a nivel mundial. 

Jia Bei Lan, una pequeña bodega en la provincia norteña de Ningxia,superó a una serie de rivales franceses en 2011, para embolsarse una medalla internacional de oro, por su vino Gran Reserva 2009 estilo Burdeos. 

En aquel entonces, los escépticos comenzaron el rumor de que Jia Bei Lan había substituido el vino de otro viñedo por el suyo. Sin embargo, su número de fanáticos continúa aumentando. El año pasado, el respetado crítico de vinos Jancis Robinson nombró el Gran Reserva 2009 como uno de los dos vinos “más prometedores”de los que probó en un viaje a la región. 

Los aspirantes chinos a la enología también podrían mirar a una pequeña bodega de la pronvincia central Shaanxi para inspirarse. En una esquina de China, mejor conocida por su producción de carbón, la gama de vinos de Grace Vineyard también ha atraído una montaña de premios internacionales y atención por parte de los críticos. 

La dueña de Grace, Judy Leissner, obtuvo el negocio de manos de su papá hace 10 años, cuando ella apenas tenía 24 años. Judy es china, pero se casó con un alemán y se cambió el apellido. Desde su sede en Hong Kong, viaja frecuentemente para revisar sus viñedos, que producen una amplia variedad de uvas, desde merlot y syrah, hasta chardonnay y riesling. 

Las cosas no empezaron bien para la joven emprendedora. A pesar de que Judy empleó a un productor de vinos francés para ayudarle con su primera cosecha, sabía tan mal, que sus intentos de venderlo fueron “horribles, si no es que un desastre”, recuerda. 

“Tuvimos un millón de botellas, pero solamente vendimos 20,000. Y de 20,000 la mitad de ellas las regalamos”. 

Ahora tiene el problema opuesto: las dos millones de botellas al año que produce se han agotado cada año desde 2008,permitiéndole asignar las cajas de vino entre sus distribuidores.
“Durante años, le ruegas a la gente que compre tu vino. Te acostumbras tanto a perseguir a las personas y de pronto ellos dicen ‘no necesitas rogar más. Ya has vendido todo’”
Pero no esperes que las botellas de vino chino de alta calidad inunden los estantes de tu súper mercado local pronto. 

China tiene un déficit de uvas de calidad, explica Jim Boyce, un aficionado al vino con sede en Beijing, quien escribe el blog “Grape Wall of China” (Muralla de Uva de China). Y eso significa que muchos de los vinos chinos contienen uvas de baja calidad que no son suficientemente dulces para producir sabores de vinos interesantes. 

“La mayor parte del vino producido aquí es muy ligero, seco y tánico” explica Jim. “Así que no es de muy buena calidad”

Fongyee Walker, una británica que regenta una escuela de cata de vinos en Beijing, culpa a la geografía de China por la escasez de buenas uvas para el vino. 

“Muchas personas suponen que China es tan grande, que debe haber algún lugar en donde las uvas puedan florecer, pero eso no es cierto” suspira Walker. 

Las zonas de China que son lo suficientemente secas para permitir que las uvas crezcan sin sucumbir al moho y las enfermedades, también son extremadamente frías durante el invierno, explica Walker, lo que obliga a los granjeros a enterrar sus vides para protegerlas de las gélidas temperaturas. Ese proceso hace que los vinos sean más caros y acorta la vida de las plantas. 

Los vinos “potables” chinos vendidos fuera de China se convertirán en una “rareza chic”, pero China nunca será capaz de producir vino de calidad en una escala global. 

Otros son más optimistas. Los mejores tres viñedos de China, Great Wall, Dynasty y Changyu, son dueñas de la mitad del mercado doméstico de vinos chinos y Jim Boyce cree que las inevitables comparaciones entre los tres, los están obligando a subir sus estándares.
“Tradicionalmente, las bodegas chinas han vendido vino basándose en etiquetas bonitas y grandes comerciales y patrocinios y todo eso funciona” dice Boyce. “Pero en determinado momento, serás juzgado por tu calidad y serás empujado por los baratos vinos italianos, españoles y chilenos que llegan al mercado y serás forzado a mejorar”. 

Algunas etiquetas de lujo también están apostando millones por la creencia de que es posible producir vino de alta calidad en suelo chino. Domaines Barons de Rothschild, los famosos dueños de la viña francesa Château Lafite, se han unido a la coporación china, CITIC,para establecer un viñedo en la sureña provincia de Yunnan. Château aún debe confirmar qué tipo de vinos producirá la empresa. 

Moët Hennessy, el gigantesco conglomerado francés de lujo, LVMH, también está entrando en el anillo. El grupo ha apostado por un enorme pedazo de tierra en la región de Ningxia, con la esperanza de producir el primer vino chino mediante métodos franceses. 

Para los cada vez más sofisticados bebedores de vino chinos, estos desarrollos no llegan lo suficientemente rápido. Fongyee Walker ha sido sorprendida por el incremento del número de personas que se inscriben a sus cursos de degustación de vino, sólo por amor a todas las cosas rojas, blancas y burbujeantes. 

La mayoría de ellos, admite Walker, aún se decantan por un vino francés cuando desean tomar algo especial. El vino de Burdeos es, por mucho, la bebida más elegante entre la élite china.
Pero gradualmente, los entusiastas chinos se convencerán de abrir una botella de algún lugar más cercano a su hogar. 

Ya existen algunos vinos chinos que pueden soportar la comparación con la producción europea, australiana o americana y si los optimistas están en lo correcto, los días del “Château jarabe contra la tos” están contados.

No hay comentarios:

Con la tecnología de Blogger.